Encantamiento 26 Una visita inesperada

sonríes y Bill te da un dulce beso.

Bill: ahora alístate por que iremos a un lugar
Tu: ok

Te arreglas, aunque no necesitabas de mucho, solo te pones ropa cómoda, no utilizaste maquillaje, era algo fresco y simple, ambos salen de la cabaña y comienzan a caminar por el bosque hasta que llegan a un lugar...

Capitulo 26


Observas todo con atención, la forma tan encantadora en que los rayos del sol atravesaban las ramas de los arboles para terminar acariciando la frágil superficie del agua.

Tu: amor esto es hermoso
Bill: ¿te gusta?
Tu: me encanta
Bill: sabía que te gustaría

Comenzaron a caminar por la orilla del río, caminaban tomados de las manos, te subías en las ramas que se encontraban sobre el suelo, algunas raíces de los arboles que sobresalían de la tierra, podías sentir esa paz, te sentías en casa todo ese ambiente te recodaba al mundo mágico.

Se sentaron un momento, estabas recargada en su hombro, cerraste los ojos y diste un gran suspiro.

Bill: ¿ocurre algo?
Tu: nada, solo que todo esto me recuerda a mi hogar
Bill: perdona si te causó nostalgia
Tu: esta bien, pronto estaremos allá, aunque aún bajo la monarquía de Norak, el reino mantiene su belleza...
Bill: me imagino a nuestros hijos corriendo por un lugar así

Lo miras, veías esa ilusión en su rostro, agachas la mirada con un poco de tristeza

Tu: Bill quiero decirte algo
Bill: hazlo amor
Tu: es... debí decirte esto, si nos casamos mis poderes no le pertenecerán a Norak, pero aún así yo debo enfrentarlo, la última vez perdí a mi padre y a Sam... esta vez lo haré sola, pero se que la batalla es riesgosa y puede ser que no salga con vida de ella...
Bill: ¿pero que dices amor?, no te dejaré sola... quizá soy un simple humano, pero te defenderé hasta el final

Tu: gracias pero es algo que debo hacer sola... los resultados no pueden predecirse, a pesar de la profecía aún hay una posibilidad de que yo muera, solo quiero lo mejor para mi mundo y para el tuyo
Bill: no, los demás no me importan, no quiero perderte (name), por favor no

Bill te abraza fuerte a él, sientes como su corazón se acelera, le correspondes igual, se separan y acaricias su mejilla

Tu: perdona por causarte daño
Bill: no te disculpes, no tienes que hacerlo
Tu: perdóname, no podré darte una vida feliz a mi lado, una familia
Bill: claro que lo harás, sé que todo saldrá bien, puedo sentirlo en mi corazón
Tu: gracias por estar a mi lado Bill, y perdona este mal rato

Lo abrazas de nuevo, esperando tranquilizarlo, aunque tus palabras lo habían alterado un poco el sentirte cerca lo tranquilizaba, te toma de la cara y te mira, comienza a acercarse hasta que unen sus labios en un beso, en ese instante se escucha un estruendo tu solo das un pequeño salto, Bill te mira y ríe un poco.

Tu mirabas atenta el horizonte, como buscando algo, querías explicarte porque pasó eso pero al no encontrar nada, no le diste importancia.

Bill y tu continuaron caminando por la orilla del río, de pronto solo comenzaron a jugar, te subiste en su espalda y él te cargó, sujetaba tus piernas para que no te fueras a caer.

Colocaste tus manos al rededor de su cuello, reías al igual que él, Bill giraba el rostro para verte, y te daba cortos besos mientras avanzaban.

Tu: pon atención o tropezarás
Bill: no lo haré

Tomando de menos la advertencia continuó haciéndolo, tu solo esperabas que realmente no cayeran, avanzaron así por algunos minutos, pero después en un descuido Bill tropezó y no pudiendo mantener el equilibrio ambos cayeron al piso.

Bill se levantó de inmediato y fue a ayudarte a levantarte, revisaba que no te pasara nada, intentaste pararte pero nuevamente regresaste al piso, te sentaste y comenzaste a sentir un fuerte dolor en el tobillo.

Bill: ¿estas bien?
Tu: creo que me lastimé el tobillo (te tocas) ¡auch! me duele

Viste la cara de Bill, esta mostraba preocupación pero a la vez sabías que se sentía culpable

Tu: solo me duele un poco, nada de que preocuparse
Bill: es mi culpa, no tuve cuidado
Tu: tranquilo, estoy bien

Intentas pararte pero no podías a causa del dolor, Bill te cargó y te llevó hasta la orilla del río, te sentaste en una roca que estaba junto y comenzaste a sobar tu tobillo.

Bill: perdóname amor
Tu: Bill, ya te dije que no es nada
Bill: pero no puedes ni levantarte

Tu solo lo miraste, dejaste que hiciera su rabieta hasta  que se cansara, pero algo los interrumpió, una especie de remolino se formó al centro del río, ambos se quedaron mirando tal acontecimiento, una luz comenzó a emerger formando una silueta.

Comenzó a acercarse a ustedes, la luz comenzó a disiparse hasta dejar visible a una figura esbelta, de piel blanca, del cuello le colgaba una gema azul y su vestimenta era un vestido largo te tono azul celeste el cual no le permitía ver sus pies.

Tu: ¡¡Danaie!!
Bill: ¿la conoces?
Danaie: (Name)... princesa que alegría encontrarla
Tu: así que tu sabías eso
Danaie: si, no se olvide que somos las guardianas del libro de la vida

Bill solo las miraba desconcertado sin saber que hacer o que sucedía en ese momento

Tu: ¿como me encontraste?
Danaie: el hechizo que te trajo a este mundo lo hicieron en la playa, mi madre y yo somos las que cuidamos esas aguas
Tu: son las señoras del océano, lo olvidé
Danaie: si, pero estoy aquí porque necesito tu ayuda, Norak está buscándome, apenas logré escapar
Tu: tu fuiste quien hizo esa tormenta

Ella asintió con la cabeza, después miró a Bill de arriba a abajo

Danaie: Es idéntico, aunque creo que él es más apuesto 
Bill: ¿disculpa?
Danaie: (name), tienes mucha fortuna, aunque Sam era un buen hechicero de corazón bondadoso, este lo es más, te protegerá a toda costa
Tu: gracias pero, él no es hechicero
Danaie: ¿estas segura?
Tu: si

Danaie: (name), escúchame bien necesito uno de tus hechizos, no siempre puedo esconderme en este mundo, y en el mar... Norak encontró aliados, traidores a la corona
TU: tranquila Danaie, te daré lo que pides... pero debes darle algo a Dafne
Danaie: esta bien, ¿que te ocurrió en el tobillo?
Tu: nada de importancia
Danaie: déjame ayudarte

Tomó tu tobillo y por su brazo comenzó a subir agua la cual envolvió parte de tu pierna, esta comenzó a despedir un brillo color azul, retiró su mano dejando tu pierna un poco mojada.

Danaie: listo
Tu: gracias, ya no me duele

Comenzaste a trabajar en el hechizo, Danaie te explicó que tipo de hechizo necesitaba, aunque era un poco complicado tu se lo diste, y también hiciste otro más, hablaste con ella largo tiempo, Bill solo las observaba a distancia, cuando terminaste te despediste de ella.

Danaie regresó al centro del río y comenzó a desaparecer dejando en su lugar pequeñas ondas en el agua.

Bill: nuca había visto algo igual
Tu: si lo noté jaja, hay que regresar a la cabaña, ella aún no se ha ido y es probable que haya otra tormenta
Bill: si

Ambos caminaron de regreso y en el momento en que entraron la lluvia comenzó a caer para dar paso a una fuerte tormenta, mirabas por la ventana, las gotas cayendo en el cristal, el cielo estaba obscurecido pero sabías la razón.

Tu: pobre Danaie
Bill: ¿quien es Dafne?
Tu: es la ninfa con mayor dominio en las aguas, es la madre de Danaie, podría decirse que es la señora que rige a todas las demás ninfas acuáticas y también a las dríadas.
Bill: no me gusta verte angustiada
Tu: solo es un poco de preocupación, pero se que pronto terminará