Encantamiento 31 Reencuentro

Esmeralda te miró seria, por unos momentos el silencio se presentó, pero después el rey intervino, haciéndoles la invitación para hospedarse.
Caminaron un poco más hasta llegar a una casa, el bosque era muy tranquilo, el hechizo de Elrond y Eowyn mantenía protegido el bosque de cualquier ser maligno.

Estabas completamente feliz, el estar de nuevo en casa y el encontrarte con tu madre, todo estaba casi perfecto, pero un corazón roto siempre trae dolor y sufrimiento, no solo le afectaba a las sirenas, sino que un hechicero con el corazón quebrantado podía ser débil ante la obscuridad que se encontraba cerca...

Capitulo 31

El recibimiento del rey fue una cálida bienvenida, hacía mucho tiempo deseabas estar junto a tu madre, Bill aún estaba nervioso por lo que pudiera pensar esmeralda, aunque ella le había dicho esas palabras él no se sentía tranquilo.

Esa tarde arreglaron sus pertenencias, tu estabas un poco inquieta ya que seguramente te encontrarías con el joven príncipe y temías que hubiera un confrontamiento entre Bill y Alex, dentro del bosque había un río era un lugar perfecto para descansar cerca de la orilla o nadar un poco si así se deseaba. Cuando te encontrabas en el mundo mágico tenías la costumbre de que al medio día ibas a ese río y nadabas un poco.

Al llegar la mañana te levantaste temprano, ya que escuchaste algunos ruidos fuera de la casa, te pusiste zapatos y un suéter, saliste casi corriendo de la casa y seguiste aquel ruido.
Caminabas entre la maleza del bosque, hasta que llegaste a la orilla del río, te quedaste parada observando a todos lados pero nada.

Estabas por irte cuando escuchaste pasos detrás de ti, volteaste y en tu rostro se dibujó una gran sonrisa.

Tu: no puedo creerlo... eres tu!

Frente a ti se encontraba un magnifico animal.

Te acercaste a él, el animal simplemente levantó la cabeza y relinchó

Tu: Dreico, viejo amigo

Pusiste tu mano sobre su nariz, el caballo parecía muy dócil ante tu presencia, al parecer le daba mucho gusto verte, escuchaste unas voces entre ellas reconociste la de Bill.
Cuando ellos llegaron contigo, mantenías abrazado al caballo, Bill te miró y se acercó a ti.

Bill: ¿porque saliste de esa forma?... creí que había pasado algo malo
Tu: no es algo malo, me encontré con un viejo amigo ¿no es cierto Dreico?

El animal movió la cabeza de arriba hacia abajo como afirmando tu pregunta.

Aquamarine: ha crecido bastante
Tu: si, apenas y recuerdo cuando era un pequeño, creo que ya tiene la fuerza para llevar a alguien... siempre quise montarlo pero no se dio la oportunidad
Aqua: ¿porque no lo haces ahora?
Tu: bueno... ¿tu que dices amigo?

El potro se giró para quedar de perfil a ti como invitándote a subir a su lomo, lo tomaste de la crin para ayudarte a subir pero antes de hacerlo...

Bill: ¿estas segura?
Tu: Bill... amor, yo crié a este chico, y ahora voy a montarlo
Bill: espera...

Apenas dijo esas palabras y dio tres pasos cuando el animal se puso enfrente de Bill, se levantó en dos patas al tiempo que dejaba visibles un par de enormes alas totalmente negras, Bill había perdido el equilibrio y estaba en el piso acechado por el animal.

Te pusiste en medio de ambos.

Tu: tranquilo bonito...

Levantabas los brazos intentando calmar a Dreico, este bajó las patas al piso y dejó salir aire por la boca, Bill se levantó sin dejar de mirar al caballo.

Bill: es un... un...
Aqua: se llaman pegasos Bill (riendo)
Bill: ya lo se...
Tu: amor ven, mira es muy dócil

Bill se acercó a ti con desconfianza, apenas extendía su mano para tocar al animal cuando este hizo a un lado la cabeza.

Bill: creo que no le agrado
Tu: dale tiempo, ahora ¿en que estábamos?... a si ya lo recordé, estaba por montar a Dreico

Nuevamente tomaste las crines y te subiste sobre su lomo, al principio el pegaso sintió el peso y doblaba las patas, pero pronto pudo mantener el equilibrio, le susurraste al oído y comenzó a correr, apenas unos cuantos metros ganados y sus alas comenzaron a agitarse así despegando las pesuñas del piso, te encontrabas muy emocionada, sentías el viento que se enredaba con tu cabello, Dreico relinchó un par de veces.

Había demostrado que estaba listo, pero aún era joven y era normal que se cansara pronto, comenzaste a escuchar la respiración agitada del animal.

Tu: Dreico desciende, te estás cansando, no quiero forzarte

El caballo atendió a tus palabras y comenzó a descender, tocando el suelo y terminando su aterrizaje frente a los chicos, Bill te ayudó a bajar, te giraste hacia Dreico y lo comenzaste a acariciar.

Tu: bien hecho muchacho... te has fortalecido mucho... pero tu no eres para que te monten, tu espíritu pide libertad,más decides ser fiel a quien te crió... no más querido amigo, puedes ser libre, ir y venir cuando te plazca

Te acercaste a él y lo abrazaste por su grueso y largo cuello, Dreico recargó su cabeza sobre tu hombro pareciendo que quería devolverte el abrazo, cuando te separaste de él, una ráfaga de viento acompañó la partida de tu amigo, lo observaste marcharse.

Aqua: ¿estas segura?
Tu: si Aqua, por lo menos él tiene la oportunidad de ser libre y no quiero arrebatarle ese privilegio... regresemos a la casa tengo hambre :S

Bill te tomó de la mano y caminaron de regreso. Esmeralda ya los esperaba con el desayuno preparado, se sentaron a la mesa y comieron acompañados de tu madre.
Casi todo el día la pasaste a su lado, tenía mucho tiempo que no se veían y debían recuperar ese tiempo.

Conversaban, mientras los chicos las veían a lo lejos, especialmente Bill que se preocupaba de más al tratar de ser "aceptado" por tu madre cuando ya lo era.

Esmeralda: de verdad ha pasado mucho, no puedo creer que aún en el mundo humano los hayan seguido
Tu: si, esto realmente no tendrá fin hasta acabar con Norak
Esmeralda: aún así debes cuidarte de Kendra
Tu: lo se, aunque es una hechicera poderosa se que tengo el poder para mantenerla quieta
Esmeralda: dime, ese muchacho... se ve que te ama mucho hija
Tu: si y yo a él madre, tardé mucho tiempo en darme cuenta, creí que estaba mezclando mis sentimientos con lo que tenía por Sam pero no era así
Esmeralda: me alegro por ti mi niña... aunque siento que no olvidas todavía a Sam

Te quedaste pensativa un momento, mirabas al piso, tenías algunos recuerdos.

Tu: la verdad es que no, pero no mezclo las cosas, mis sentimientos se mantendrán guardados como un hermoso recuerdo... pero ahora Bill está a mi lado... mamá debo decirte algo que me tiene preocupada
Esmeralda: hazlo hija
Tu: es que Bill preparó algo para nosotros, estuvimos pocos días en una cabaña, me encontré con Danaie, pero además tuve horribles pesadillas, vi a Bill muerto por la mano de Sam
Esmeralda: no te angusties nena... los sueños no resultan ser siempre como uno los ve... pero debemos tener cuidado, eso puede tener distintos significados
Tu: lo se

Seguías tu charla con Esmeralda, mientras tanto el rey se mantenía ocupado, ahora que habías regresado debía planear todo cuidadosamente, tu sola no podías enfrentar a Norak, necesitabas un ejercito de tu parte y Elrond se estaba encargando de todo.

Tu llegada dio esperanza para muchos, pero para alguien en especial fue una herida más, al verte llegar junto a la persona que amabas...